5/11/01

A Juan Ignacio Subías

Carta abierta a D. Juan Ignacio Subías

Muy señor mío:

Cuando tuve noticia de la moción de censura que presentaba su grupo político contra la política antifamiliar del Partido Popular, perpetrada a lo largo de los años, con saña, falta de respeto y desprecio por las personas, las familias y la sociedad en su conjunto, me llené de esperanza… y me equivoqué.

Lo poquísimo que se podía esperar de su proposición se convirtió en humo, y dudo mucho que ese humo sea sólo consecuencia del partido popular, porque su grupo, aunque no represente la mayoría del consistorio tiene una fuerza nada despreciable y capaz de hacerse oir, máximo cuando la cuestión tratada, supuestamente, entraba dentro de los intereses derechistas del partido popular.

El partido popular, el día anterior al pleno en que se debía tratar de su moción de censura, convocó una rueda de prensa en la que montó una emboscada a las familias numerosas de Castellón, echando al vuelo los grandes logros sociales que el gobierno derechista del Ayuntamiento de Castellón había conseguido para las familias, y que traduciendo para general conocimiento se concretaban en: ¡NADA!; eso sí, con gran aparato propagantístico.

Nuestra confianza reposaba exclusivamente en que el Partido Socialista defendiese lo que había propuesto (que no era gran cosa, pero para empezar, no estaba mal), y sin embargo, el beneficio no fue sino el resultado lastimoso en la deducción del 15% de las tasas municipales para algo tan etéreo como “las familias con ingresos insuficientes”. Y la inmediata pregunta es: ¿Y cuáles son esas familias?… Porque mis ingresos son manifiestamente insuficientes, y sin embargo, con relación a los impuestos tan solo encuentro penalizaciones.

Además es de destacar el redondeo del insulto que en ese mismo pleno se produjo: la aprobación de un incremento en la tasa de basuras a todas las familias castellonenses (en las que quedan incluidas las numerosas, ¿o no?).

Quiero remarcar que las pensiones que se vayan a cobrar dentro de unos años, serán atendidas por nuestros hijos, y no por los hijos de quienes no los tienen. También quiero remarcar, por si resulta de su interés, que los votos que caigan en las urnas procederán principalmente de las familias numerosas, y les garantizo que recordaremos quién ha actuado respetando a la familia, y quién la ha perseguido.

Reciba un cordial saludo,

Cesáreo Jarabo Jordán

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