1/11/01

A Vicente Miralles Troncho

Sr. D. Vicente Miralles Troncho

Castellón

Muy señor mío:

Acabo de leer en el periódico Mediterráneo el comentario sobre las familias numerosas, y me permito dirigirme a Vd. Por atreverse a tratar un tema que es tabú, si no fuente de broma, para los políticos.

Le agradezco el comentario y me permito hacer un par de puntualizaciones:

- La primera es que, o lo he leído mal, o indica que las familias numerosas recibimos una ayuda de 6.000 Ptas. Yo debo decirle que ni seis mil ni media. Bien al contrario, me encuentro con que los módulos por consumo de agua o de electricidad se incrementan al ser nuestro consumo superior a la media; con que el costo de los vehículos se ven notablemente incrementados cuando, por cuestión de espacio, necesitamos adquirir un vehículo de mayor volumen (no nos basta un vehículo de 2MM de Ptas porque sencillamente no cabemos en el mismo); con que la adquisición de la vivienda es una odisea porque las viviendas medias no tienen suficiente capacidad, y las que son de mayor tamaño no están previstas para familias numerosas sino para familias sin hijos, con alto poder adquisitivo.

- La segunda puntualización es que al referirnos a familias numerosas no podemos limitarnos a las familias que “de una tacada” tienen tres o cuatro hijos. Lo normal es que los hijos vayan viniendo de uno en uno o de dos en dos; y lo normal es que el 25% de la población, de un modo o de otro, somos familias con estas características. Que las familias que de sopetón se ven incrementadas en cuatro miembros necesitan una atención especial, ¡bien!, pero lo que no podemos hacer es quitar hierro al asunto fijándonos en casos extremos que la administración puede zanjar con un golpe de efecto. Estos casos deben tener atención con urgencia pero, a la postre, la misma atención que el resto. Lo que sucede es que, como el resto, carecen de atenciones y van sobradas de insultos provinientes de la administración.

Usted, en televisión habló de la “fabrada” al hacer el campo de golf (del que se beneficia, con fondos públicos, personas públicas… y poco más); Indicó también la posibilidad de una nueva “fabrada” en la construcción de un aeropuerto en Castellón, del que también se beneficiarían personas públicas… y es de suponer que alguien más, y mi pregunta es, ¿por qué no posibilitan la “fabrada” o “gimenada”, o “leches” de facilitar la existencia, en vez de perjudicarla, a aquellas personas sobre cuyos hombros recaerá en brevísimo tiempo la subsistencia de la sociedad y de todos los instrumentos públicos de ella dependientes?. ¿Por qué no se dedican a regar la huerta en vez de a esquilmarla? ¿Por qué no se dedican a ayudar, en resumidas cuentas, a las familias?

Cesáreo Jarabo Jordán

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