12/11/01

Contra el terrorismo: España

CESÁREO JARABO JORDÁN | El gobierno está interesadísimo en que los EEUU de Norteamérica, reconozcan que la ETA es un movimiento terrorista.

Y es que, para combatir el terrorismo en España, el gobierno español necesita respaldo.

Si España fuese independiente, no existiría ese problema. Si España no estuviese colonizada, nuestra policía y nuestro sistema jurídico sabría cómo actuar. Sabría que a los terroristas hay que detenerlos sin miramientos de ningún tipo; sabría que a los órganos de expresión que los defienden, habría que clausurarlos sin ningún respeto; sabría que a los políticos que les dan cobertura habría que encarcelarlos de inmediato, y sabrían que las penas pueden endurecerse hasta donde haga falta.

Pero no, ¡qué disparate!. Lo que el estado debe defender son estrictamente los derechos nominales; las libertades plasmadas en los textos constitucionales, pero para nada la Libertad y el Derecho.

El gobierno que administra lo que queda de España quiere, pero no sabe ni puede, dar solución al asunto. Y es que, durante tantos años han dado alas a las filosofías que nutren el terrorismo, que ahora no tienen argumentos suficientes para cortar la sangría. Y es que, como sucede en cualquier cuerpo, la eliminación de sus defensas y el fomento de las enfermedades, debilita hasta la extenuación, y si no se cambia de terapia, si no se elimina el suministro de la enfermedad, se produce la muerte del huésped.

Y para esa terapia, como en tantas cosas, existen soluciones varias; una de ellas es la emprendida por el gobierno: la introducción de un nuevo virus, contrario a los intereses del huésped; un nuevo virus que, efectivamente puede contrarrestar el enemigo inicial… o no. Pero en definitiva, un nuevo virus que contamina el cuerpo nacional, defendiendo intereses que le son, en el mejor de los casos, ajenos, y con toda probabilidad, contrarios.

Conocemos el antídoto del terrorismo; lo que sucede es que el antídoto del terrorismo es también antídoto del virus anglosajón, liberal y europeizante. El antídoto se llama España, Una, Grande y Libre.

Con este antídoto, créanme los políticos, del PP o de cualquier partido, nos importa bien poco la opinión de los EEUU de Norteamérica, de Inglaterra, de Francia, de Europa…y del liberalismo que los constituye. Con España, Una, Grande y Libre se conquistó medio Mundo, se culturizó, cristianizó y se impidió la destrucción del Centro y Sur de América, en franca oposición a lo sucedido en América del Norte, y con el poderío español de los siglos XVI y XVII se impidió la deshumanización del mundo, que con tanta virulencia se ha expandido durante los siglos XIX y XX.

No, señores políticos. España, España, España es la única solución. ¡Arriba España!

No hay comentarios: