CESÁREO JARABO JORDÁN | En la calle Ramón Llull, junto a la calle Herrero, existe un café teatro llamado Terra, que los jueves, cuando llega media noche, estima oportuno amenizar el entorno, y sube el volumen de sus altavoces para que los vecinos nos enteremos que están ahí. De esa manera, los insomnes pueden distraerse.
Lo curioso es que, a la una de la madrugada, cuando los niños siguen sin dormir, y se me ocurre llamar a la policía municipal, que a través del teléfono puede oír la juerga que se traen en el café teatro, soy informado de una gran curiosidad: el tal café teatro tiene autorización.
Con esa información, mis hijos se quedaron felices y contentos, y yo también. Resulta que quienes nos impedían conciliar el sueño tenían permiso del Ayuntamiento para hacerlo, y claro... nosotros no habíamos pedido permiso para descansar.
Si el viernes hay que ir a trabajar... es mi problema. Si los niños no pueden atender en clase, ¿qué le vamos a hacer?... Los que organizaban el escándalo tenían permiso del Ayuntamiento, y eso es lo importante.
Me pregunto si otro día pedirán permiso al Ayuntamiento para orinarse encima mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario