4/5/01

La Iglesia checa y el comunismo

CESÁREO JARABO JORDÁN | La Iglesia católica, en Checoslovaquia, es valiente; los pastores de la Iglesia, en Checoslovaquia, dicen lo que los pastores de la Iglesia, en España, vienen callando desde hace décadas, y que no es otra cosa que “el comunismo es malo y equivocado. El comunismo no ha muerto. Es todavía un peligro latente”.

Lo que sucede en España, es que en determinados niveles, el comunismo, en vez de fabricar mártires, como los fabricaba en los años treinta, ha sido lo suficientemente hábil como para ocupar ámbitos de dirección dentro de la misma Iglesia. Así, su combate es mucho más certero y efectivo.

El comunismo y el socialismo son hijos de la misma leche, buscan lo mismo y hacen lo mismo, con los mismos métodos, ahora, por supuesto, todos con apariencia civilizada, pero ambos tienen una doctrina común, materialista y contraria al hombre como portador de valores eternos. Para ellos, el hombre no es más que un animal que debe disfrutar al máximo de los placeres de ésta vida, donde queda justificada toda su existencia.

Y gente con ese espíritu, está infiltrada en la Iglesia, y hasta da catequesis…

Geste con ese espíritu, reparte, dentro de las parroquias, publicaciones que justifican las relaciones homosexuales, y militantes de la HOAC, son reconocidos miembros de Izquierda Unida, por ejemplo.

Mi pregunta es qué piensa hacer la Iglesia con esas situaciones, cuando finalmente acabe superado el triste oscurantismo padecido en España tras el Concilio Vaticano II, cuando se ha producido toda esa invasión de elementos ateos en la Iglesia, de curas trabucaires, separatistas y marxistas, y hasta de obispos que, como el señor Setién (y no solo el señor Setién) defienden posturas anticristianas, de un calibre que para sí hubiesen querido Don Oppas o Elipando.

Es hora de que nuestros pastores echen a bastonazos a los enemigos infiltrados. Fíjense qué ejemplo nos dan nuestros hermanos checos.

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