CESÁREO JARABO JORDÁN | En la noche del día 15, y por televisión de Castellón, fueron entrevistados dos representantes de la Asociación de Familias Numerosas de Castellón, con los que desde aquí me solidarizo y congratulo de que hayan tenido la audacia de hacerse oír.
Y es que no es tarea fácil que la voz de lo lógico y natural se deje escuchar en una sociedad como la nuestra, donde el “gran hermano”, “al salir de clase”, “compañeros”, y demás basura televisiva es presentado como la normalidad cotidiana y la máxima expresión de la cultura y de la libertad.
Me sentí ciertamente gratificado de ver expuesta en una televisión (local, por supuesto), las realidades y las necesidades de las familias numerosas, pero quisiera hacer una indicación a los invitados, al hilo de lo que apuntaron respecto de los políticos: No esperen obtener nada de quienes siempre han tenido a gala fomentar el control de natalidad y reconocer las formas más extrañas de familia si ello les facilita votos (al paso que llevan bien pudiera ser que equiparasen a la unión matrimonial algún acto de bestialismo).
No. Los políticos no son ni serán nuestros aliados, porque nuestro concepto de vida y de sociedad es tan excluyente de ellos como ellos son excluyentes de la natalidad. Ellos defienden el aborto y la eutanasia; el derecho al propio cuerpo (dicen). Nosotros defendemos la vida.
No. No podemos acercarnos a los políticos al uso. Si de número se trata, recordemos que las familias numerosas, a pesar del sistema imperante, seguimos representando el 20% de la sociedad española, y nuestro colectivo, que me atrevo a identificar en porcentajes cercanos al 100% como católico, como tal no puede apoyar a estos partidos, pues todos adolecen de materialismo.
Me atrevo a apuntar que las familias numerosas nos constituyamos, no ya en una asociación para defender nuestros mancillados derechos, sino como anti-partido para proclamar la Libertad y la Justicia frente a los opresores actuales, pasados o futuros.
Ideología no nos falta. Tiene 20 siglos. Y la gloria la hemos conocido a pesar de lo que ahora pueda parecer… y para colmo, el futuro es nuestro, pues nosotros sí tenemos hijos.
Y es que no es tarea fácil que la voz de lo lógico y natural se deje escuchar en una sociedad como la nuestra, donde el “gran hermano”, “al salir de clase”, “compañeros”, y demás basura televisiva es presentado como la normalidad cotidiana y la máxima expresión de la cultura y de la libertad.
Me sentí ciertamente gratificado de ver expuesta en una televisión (local, por supuesto), las realidades y las necesidades de las familias numerosas, pero quisiera hacer una indicación a los invitados, al hilo de lo que apuntaron respecto de los políticos: No esperen obtener nada de quienes siempre han tenido a gala fomentar el control de natalidad y reconocer las formas más extrañas de familia si ello les facilita votos (al paso que llevan bien pudiera ser que equiparasen a la unión matrimonial algún acto de bestialismo).
No. Los políticos no son ni serán nuestros aliados, porque nuestro concepto de vida y de sociedad es tan excluyente de ellos como ellos son excluyentes de la natalidad. Ellos defienden el aborto y la eutanasia; el derecho al propio cuerpo (dicen). Nosotros defendemos la vida.
No. No podemos acercarnos a los políticos al uso. Si de número se trata, recordemos que las familias numerosas, a pesar del sistema imperante, seguimos representando el 20% de la sociedad española, y nuestro colectivo, que me atrevo a identificar en porcentajes cercanos al 100% como católico, como tal no puede apoyar a estos partidos, pues todos adolecen de materialismo.
Me atrevo a apuntar que las familias numerosas nos constituyamos, no ya en una asociación para defender nuestros mancillados derechos, sino como anti-partido para proclamar la Libertad y la Justicia frente a los opresores actuales, pasados o futuros.
Ideología no nos falta. Tiene 20 siglos. Y la gloria la hemos conocido a pesar de lo que ahora pueda parecer… y para colmo, el futuro es nuestro, pues nosotros sí tenemos hijos.
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