CONTRA GUILLEM BADENES [1]Y EN APOYO AL OBISPO DE CASTELLÓN
Ladran… luego cabalgamos, Monseñor Reig. Felicidades.
Sí, felicidades por los ataques que recibe, porque provienen de elementos cuyo silencio nos puede resultar ofensivo. Su defensa, ni la tenemos ni la queremos, pero sus ataques,… ¡qué bien saben!. Son la certificación de que andamos por el camino correcto.
Me refiero, para que no haya dudas, a los ataques que está recibiendo su persona en estos tiempos, y centrándonos más aún, en los furibundos ataques de elementos fácilmente catalogables como el señor Badenes.
Tengo la personal desdicha de haber topado con el Sr. Badenes cuando me afinqué con mi familia en Castellón, allá en el año 1993.
Soy padre de familia numerosa, y recién llegado a Castellón, debía buscar colegio a mis hijos. Topé con un delegado de educación llamado Guillém Badenes. Supongo que el cargo estaría bien pagado, tendría buenas dietas, representación y lustre. Yo, por mi parte no pedía tanto. Tan sólo pedía eficiencia por parte de la Administración, y eso, parece, el Sr. Banenes, no sabía, no podía o no quería darlo. ¿Sería por su militancia socialista?; ¿sería por su mentalidad marxista?; ¿sería por torpeza?; ¿sería por mala fe?… No lo sé. Eso, supongo, (tampoco quiero pedir demasiado esfuerzo intelectual al Sr. Badenes), debía saberlo el Sr. Badenes.
Eso es agua pasada; el mal hecho, ya ha solidificado. No pasa nada… ¿verdad Sr Badenes?. Ahora el Sr. Badenes no está ejerciendo un cargo político, y ha pasado a la retaguardia. Pero, ¿qué retaguardia es esa, Sr. Badenes? ¿Sabe Vd. quién es Jesucristo?; ¿sabe Vd. quién es Carlos Marx?; ¿sabe Vd. qué diferencia hay entre uno y otro? ¿qué doctrina le gusta más a Vd.?
Usted y yo, Sr. Badenes, jamás podremos comer en el mismo plato. Vd es… lo que es. Y yo, Sr. Badenes, soy Católico, Apostólico, Romano; me esfuerzo por sacar mi familia numerosa adelante, aún topando con personajes como el delegado de educación en 1993… Y me jacto de conocer la ideología marxista.
¡Ah!, por favor, siga atacando los principios que yo defiendo, me ayuda a ubicarme. Gracias, Sr. Badenes.
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