Ante la polémica que en algunos ha provocado mi reciente artículo, “El valle de los caídos y las pirámides”; hay que seguir abundando en lo que por lo lógico del fin pretendido, es defendible por cuanto de férreo razonamiento contiene.Abandonar esta obra es de idiotas, destruirla de locos; puesto que así las cosas... deberíamos destruir todo lo musulmán que hay en España, puesto que fueron unos invasores y de religión contraria; también lo de los romanos por idénticos o similares motivos... ¿alguien ha hablado de volar el acueducto de Segovia, posiblemente edificado por esclavos hispanos? y es una metáfora, pero piensen en toda la obra que hay en España y la que vienen a ver DOCENAS DE MILLONES DE EXTRANJEROS Y SE GASTAN AQUÍ CANTIDADES INGENTES, QUE SIN ELLAS, ESPAÑA YA ESTARÍA PIDIENDO LIMOSNA... puesto que lo único positivo y rentable que nos queda es EL TURISMO y del que aún pueden vivir (o ir “tirando”) muchos españoles.
Pero la triste y cruel realidad es otra mucho más vergonzosa... ESTAMOS MANGONEADOS (QUE NO GOBERNADOS) por antipolíticos (puesto que la política ES EL ARTE DE GOBERNAR BIEN A LOS PUEBLOS) seres (muchos) analfabetos, incultos, insensibles, egoístas en demasía, puesto que la mayoría han ido a la política por que no saben hacer otra cosa y es la forma más fácil para vivir del dinero del que trabaja y con su trabajo produce los bienes tangibles que sostienen a la sociedad... Y ¿cuanto más?
Igualmente habría que volar, catedrales, palacios y residencias ostentosas, construidas o edificadas, en tiempos más o menos similares. No hablemos de las docenas de palacios reales o de la nobleza.
También habría que volar, el arco de triunfo que en honor de Napoleón existe en el centro de París; puesto que Napoleón fue otro dictador y que además, llenó de cadáveres y sangre, gran parte de Europa.
Así es que lo mejor es abrir y cuanto antes, El valle de los Caídos (caídos de toda la geografía española, que es lo que aquello moralmente quiere significar, para la gente normal y corriente y con algunos sentimientos patrios); y que los monjes puedan seguir diciendo misa en aquel enorme (aunque bastante lúgubre) templo y que allí acuda el que quiera y como quiera, siempre que lo haga de forma civilizada y respetuosa; y que allí sigan trabajando los cientos de empleados que de ello viven y que allí siga llegando el masivo turismo que lleva muchos años llegando y que sigan comprando “lo que les quieran vender” en aquella caseta o tienda que hay a la salida; que por descontado, cuando yo fui... “allí no había nada alusivo a Franco, ni tampoco a su vecino de tumba; José Antonio y su Falange”; cosa que tampoco entiendo, puesto que “como principales inquilinos” de aquel cementerio, merecen un respeto, puesto que ambos representan nada más y nada menos, que hechos relevantes (positivos o negativos) de la Historia de España, como igualmente los representan, Negrín, Azaña y tantos otros de los que militaron en la parte contraria y que igualmente merecen su estudio y su memoria... sencillamente... para que nunca más se repitan todas aquellas miserias, que sufrieron y sufrimos, millones y millones de inocentes españoles, que fuimos los que de verdad... “pagamos tan nefasto y enorme pato”.
¿O es que pretenden llevar a la juventud actual, otra vez a las trincheras y que continúen las masacres y venganzas?
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