29/10/10

El fondo de pensiones paga la deuda pública. Por Ceferino Maestú.

CEFERINO MAESTÚ BARRIO | ¿Se podrán pagar las pensiones?, ¿habrá dinero suficiente?

El debate público, y no sólo de los especialistas, viene de antiguo y, hasta ahora, nadie ha sido capaz de despejar los temores suscitados.

En los años noventa, los partidos suscribieron el Pacto de Toledo que, cada cinco años, ante la evolución de las pensiones, debería decidir las medidas necesarias para defender y garantizar el sistema de jubilaciones.

Y, en el artículo 91.1 del tecto refundido de la Ley General de la seguridad Social, se estableció que: “Con cargo a los excedente de cotizaciones sociales, que puedan resultar de la liquidación en los Presupuestos de la Seguridad Social en cada ejercicio económico, se dotará el correspondiente Fondo de Reserva, con la finalidad de atender a las futuras necesidades del sistema”.

En aquel momento, Solbes, como ministro de Economía, alardeó de que, en 1994, el superavit fue de 176.000 millones de pesetas, aunque no dijo que en el primer semestre de 1995, la recaudación fue menor que en el mismo periodo del año anterior.

Comisiones Obreras, en 1996, aseguraba que la supervivencia del sistema estaba asegurada, al menos hasta el año 2030.

Y en Mayo de 2003, el entonces Ministro de Trabajo Eduardo Zaplana, repetía que el sistema público sería viable hasta más allá de 2015.

En Junio de 2008, Jesús Merino, presidente de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, opinaba que no habría problemas con las pensiones “en los próximos años”.

Sin embargo, Jesús Caldera, Ministro de Trabajo, había confirmado que la Seguridad Social entraría en crisis el año 2015, con un “agujero negro” de 625,46 millones de euros.

En Octubre de 2008, el Gobierno consideraba que las pensiones estaban aseguradas hasta el año 2023 o 2024.

Zapatero, en este año 2010, ha dicho que, dentro de 10 años, puede que “tengamos problemas” de no hacer las correcciones para evitarlos.

En esta línea, se ha previsto la congelación de las pensiones, mucho antes de 2020.

No hay duda de que las previsiones de economistas valiosos, como Barea, empiezan a cumplirse, y lo hicieron hace muchos años.

En los últimos 8 meses de 2009 se registró el descenso de millón y medio de cotizantes a la Seguridad Social; descenso que ha continuado.

Aunque, ahora, se pretende evitar la tormenta modificando los años de cotización para jubilarse, el encarecimiento de las aportaciones, y hasta la recomendación de planes privados, complementarios, ya están desconsiderando lo que, durante años, se ha venido considerando como autoridad: El Fondo de Reserva que empezó con 603,79 millones y ha llegado, en al año 2008, a 58.000 millones de euros.

La cifra es asombrosa, pero con ese dinero sólo llega para pagar las pensiones en nueve meses, y eso suponiendo que haya dinero.

En efecto, aunque se acordó que el Fondo estuviera en el Banco de España, como garantía de su integridad, se autorizó al gobernador para que lo invirtiera de manera que no perdiera valor real.

Y así ha sido. La casi totalidad del Fondo de reserva ha comprado deuda pública, Letras, Bonos, Obligaciones del tesoro. Es decir: que dinero en mano, para pagar pensiones, no hay. Y sustituirlo repartiéndole papeles de la deuda pública a los ancianitos de un Estado entrampado hasta las cejas, no estaría bien visto.

¿Qué ha hecho el gobierno con nuestro dinero?. ¿Arreglar aceras en las calles de España? Sería una broma de mal gusto, pero puede que sea así.

José María Fidalgo, cuando era secretario general de CC.OO, en el año 2004, aseguró que el Fondo de reserva era “intocable”, pero lo ha sido, y prácticamente, ya no existe.

Yo no lo veré, pero si Dios no lo remedia, lo que nos espera, salvo un milagro, es para llorar.

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