26/3/01

Celibato

CESÁREO JARABO JORDÁN | Soy persona que por norma adquirida tras varios años de diaria lectura de tres y cuatro periódicos, semanal de una o dos revistas, más el seguimiento de noticias por radio y televisión, con abundantes grabaciones que existen en mis archivos, no leo prensa, no veo la televisión y no escucho la radio. Sencillamente, no me interesa nada de lo que puedan hacer, pensar o decir los políticos de cualquier signo o tendencia que parasitan mi Patria; su huésped.

No obstante, ocasionalmente y sin que sirva de precedente, caigo en la tentación y leo, escucho o veo alguna de las sandeces a las que tan aficionados son los políticos o sus jaleadores, los periodistas.

Así, el domingo 25 de Marzo escuché por TV que entre los misioneros católicos de África se han producido violaciones y constantes relaciones sexuales entre sus miembros.

Sea verdad (que lo puede ser, dado el colectivo del que estamos hablando), o mentira (que es lo más seguro, dado el colectivo del que estamos hablando), lo que resulta extraño es que los medios democráticos de comunicación se preocupen del asunto.

Claro, resulta extraño si nos atenemos a un principio lógico de verdad y libertad, pero si nos atenemos al principio dominante en el sistema que vivimos, no es así. Todo sistema, como el sistema informático, tiene su anti-virus. Si un programa informático tiene un virus, lógicamente los servidores de ese programa, gestionan un producto que elimine al enemigo. Del mismo modo, el sistema que nos domina tiene sus anti-virus que de manera metódica atacan e intentan eliminar aquellos elementos nocivos para el propio sistema. Así, del mismo modo que en los años treinta el antivirus tomaba forma de brigadas del amanecer que daban el “paseo” a quienes no seguían sus directrices, la perfección del programa informático que nos domina ha evitado tan sucias maneras (sucias para ellos que se ensucian las manos, claro), y se ha convertido en un medio más sutil, y limpio, como la maledicencia, la mentira y el dominio mental.

Así, una noticia que en principio no tiene razón de ser atendida por los medios de comunicación, es elevada a primer rango y de paso atacada la religión católica (que a la postre es lo que interesa), pretendiendo dar preeminencia a los dogmas democráticos sobre los dogmas católicos. Sin darse cuenta que, limitándonos al aspecto puramente humano, la Iglesia es una institución que, con sus principios no democráticos lleva subsistiendo más de dos mil años, mientras que ninguna institución democrática ha podido, ni por asomo, soñar con alcanzar tal vigencia.

A lo largo de los años la Iglesia ha conocido todo tipo de enemigos. Ciertamente los de ahora son más peligrosos que los anteriores, porque han sido capaces de instaurarse dentro de la propia Iglesia, y alcanzar dignidades superiores en la misma. Ciertamente el enemigo ha superado su capacidad formativa, y ya no necesita asesinar a los cristianos (de momento), pero afortunadamente ese antivirus del sistema está en vías de ser dominado; la Iglesia empieza a dominar la situación, a perder el miedo y a decir la verdad. Ello acarreará en un primer momento el asesinato civil de los cristianos (de hecho es algo común que alguien que no comulgue con el sistema sea relegado a la nada); quién sabe si posteriormente también el asesinato físico, pero si la Iglesia quiere difundir la fe, y me consta que lo quiere, es un riesgo que, ineludiblemente correrá, y los cristianos, como los mártires de cualquier tiempo, seremos felices de dar nuestra vida por la Verdad.

Y que el sistema siga con su propaganda de supuestos religiosos que contravienen el celibato...

No hay comentarios: